La marca
esta marca, indeleble y apestosa
corona el útero de mi frente.
¿Por qué no muere silenciosa diluida en cierzo?
Y se apartan al verme,
y crueles manecitas burlonas,
y los hombres… ignorantes
lascivos preguntan por mi tiempo.
Pero, la marca es bella, y delicada
no pesa, y a veces susurra, y me aconseja:
«Mujer, excelsa mujer, aléjate horizontes
de quienes solo aprecian el efímero externo».
Flor Azul.
Próximamente, tal vez algún que otro nuevo escrito de Flor Azul, si por supuesto merezco tal pleitesía.
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Cuando quieras, encantados de publicarte.
Gracias.
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