CENTENARIO KAFKA

(Hoy, 3 de junio de 2024, se cumple el centenario del fallecimiento de Franz Kafka, la Literatura quebró su rumbo con sus publicaciones, fue capaz de mostrarnos nuevas formas de presentar al ser humano en su compleja relación con la sociedad, con toda seguridad, un camino distinto en la forma de escribir.

Desde Yukali Página Literaria queremos unirnos a esta efemérides y os dejamos con el extracto de la carta dirigida a Oskar Pollak el 27 de enero de 1904, que nos parece significativo)

Querido Oskar:

Me has escrito una carta entrañable que pide o una respuesta rápida o, al contrario, ninguna. Han pasado dos semanas desde entonces sin escribirte, lo cual sería imperdonable si no tuviese mis motivos para hacerlo. En un principio, quería escribirte cosas bien ponderadas porque mi respuesta a esa carta me parecía más importante que todas las otras (desgraciadamente no lo hice); luego leí de un tirón los Diarios de Hebbel (cerca de 1800 páginas), a diferencia de otras veces en que sólo leía aquí y allá pequeños trozos que no llegaban a gustarme. Sin embargo comencé a leerlo de modo seguido, al principio por divertirme para sentirme finalmente como un hombre de las cavernas que, por juego y aburrimiento, habiendo rodado una gran piedra delante de la entrada de su cueva, es asaltado de improviso por un pavor sordo al ver que la piedra lo deja sin aire y lo hunde en la oscuridad. Trata entonces, con extraño ímpetu, de sacarla, pero ahora es diez veces más pesada y para encontrar el aire y la luz, el hombre angustiado debe emplear todas sus fuerzas. De la misma manera no he podido tocar una pluma todo este tiempo, ya que abarcar con una mirada semejante vida —que se eleva continuamente sin falla, tan alto que apenas puede seguirse con un catalejo—, no deja la conciencia en paz. Pero es bueno que la conciencia ostente grandes llagas, no dejando de ser por ello menos sensible a las mordeduras. A mi juicio, solo deberíamos leer aquellos libros que nos muerden o nos pican. Si el libro que leemos no nos despierta de un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leer? ¿Para que nos haga felices, como tú me escribes? Vaya, nosotros seríamos igualmente felices si no tuviéramos libros y los libros que nos hacen felices podríamos, de ser necesario, escribirlos nosotros mismos. Sin embargo, necesitamos libros que obren sobre nosotros el efecto de una desgracia con la cual sufriéramos mucho, como la muerte de alguien a quien amáramos más que a nosotros mismos, como si estuviéramos proscritos, condenados a vivir en las selvas lejos de todos los hombres, como un suicidio; un libro debe ser un hacha para clavarla en el mar congelado que hay dentro de nosotros. Es lo que yo creo.

Franz


Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.