Diversión en una boca saludable
diciendo verdades al rey invertido
sin perder estilo ni cabeza
ya no pongo la otra mejilla
mi esqueleto se nutre de estantes
donde historias y personajes abren la voz
cuando me duele escribo o aprieto los dientes
tengo la edad que tengo y el combustible
mi abecedario es de más de veintisiete letras
mi cárcel es la fiebre de parásitos criminales
cuando olvido que chispear es una elección
me habitan multitud de seres
y los muertos son un vidrio de filo anguloso
que molesta un poco los domingos.
«Cuando olvido que chispear es una elección…» La belleza de un estilo limpio que nos lleva al encuentro de un sentido de la vida, tenacidad de la llama encendida.
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Un poema intenso, quizás por su honestidad. Me hizo pensar en el oficio de escritor, en esa búsqueda de verdad, austeridad y profundidad a través de la palabra.
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