AVALANCHA DE SOL ENTRE LAS FLORES, Autora: Ana Sánchez Huéscar

 

AVALANCHA DE SOL ENTRE LAS FLORES

 

Antes de ser luz, fui árbol.

 

Fluía la savia en mis venas

creando caminos de dunas verdes,

estriados y laberínticos.

Mi Yo germinaba el fruto

que los errores pudrían

y extendía raíces hasta lo profundo

del llanto, de las dudas, de las brujas,

del misterio que el Ser lleva consigo.

 

Y, ahora que no me soy,

que me acoplo perfecta

al cuenco de tus manos,

                  recuerdo que

 

antes de ser árbol, fui agua.

 

Tan en mí me fundía que no mojaba,

                        y, sin embargo,

ahogaba todos los instintos del temblor.

Yo, tan líquida, ¡no podía flotar!,

pero brotaba en cascada por la montaña

creando caminos de piedra

que la transparencia batía en nieve,

y desembocaba, siempre abrupta,

en la crin de un caballito de mar.

 

Hoy

                 (el ayer fue antes)

me gusta

la palabra Damasco

y el color de los arbustos.

 

¿En qué piensa una mimosa?

 

En posidonias,

en medusas delicadas,

en verrugas de pulpo,

en embriagadora belleza…

               o, quizá,

en cactus de seda

deslizándose por el aire, ondulantes,

como el dibujo que las babosas

                       dejan en la arena,

creando caminos de niebla

que recomienzan al tocar fin.

 

Porque, aún la vida se asoma al riesgo

y provoca una avalancha de sol entre las flores.

 

Confirma que

acceder a la esperanza

es inhibir el miedo,

llegar al lugar relámpago

         de la incertidumbre

donde solo la paciencia puede

transmutarse en risa de niño.

Risa de niño que come

el alimento de los alcornoques

mientras un sortilegio se cumple

y un manantial se derrama

y un cristal de hielo se rompe

en Finlandia o en los ojos amarillos

de las lechuzas.

 

            ¿Y antes?

 

Antes de ser agua, fui cielo.

 

Llanura invertida de astros

tormentas y golondrinas.

Pesadilla del desvelo

creando caminos de nubes

en las hojas de la tristeza.

Inventando la lluvia,

mojando la tierra seca

para agrietarla en cien

tentáculos de vidrio.

Esa humedad de la piel

que huele a nostalgia de labios

y a ternura azul

                            y a alma.

 

Porque

 

antes de ser cielo, fui sueño.

 

Semilla de hada

con nenúfar y largos cabellos,

Melusina después del grito

en el bosque profundo           

creando caminos de cola de serpiente.

   Mujer, amante, conjuro.

 

Otra vida que no conozco

se enlaza a la mía y me pregunta

qué hacer con lo indecible.

Escribirlo, contesto, con el peso

rotundo de las palabras,

rellenando el vacío que nos vierte

el futuro desde su incógnita.

 

Pero ahora soy luz, dádiva, puente.

Mis piernas de fuego conectan extremos

que encienden un bullicio agudo

en el centro oblicuo de mi vientre.

 

Miro tu boca con deseo

y allí me quedo,

cerca del latido porque,

antes de ser nada,

ya vibraba mi amor sobre tu pecho.

 

                         Ana Sánchez Huéscar

 

2 Comentarios

  1. Très bien,. Votre dernier écrit est l’un des plus, sinon celui que j’ai le plus aimé depuis que vous avez commencé à écrire de la poésie, il est très fidèle à votre façon d’écrire, j’ai adoré un câlin et comme toujours, en attendant un autre de vos écrits, un bisou et prends soin de toi amie Ana

    Traducción en directo

    Me gusta

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