Imagen y Palabra: en la Península de Snaefellnes, Autoría: Aetheria

“Miran al cielo verde de febrero

los ojos estallados de los lagos

desde la fría faz de la tierra.

De los viajes de los vientos inquietos

a lo ancho de la bóveda celeste

nadie ha vuelto a saber”

Stefán Hörður Grímsson. Día de invierno

***

La imagen:

La carretera se abre paso entre la soledad de la Península de Snaefellnes. En esta pequeña punta de tierra del oeste de Islandia, los pastos verdosos se inclinan, doblegados por la fuerza del viento. Los finos brazos de los fiordos se filtran en la tierra, y se forman lagos que reflejan el cielo. Todo es naturaleza; apenas hay algunas casas y pequeños pueblos pesqueros. Reina el silencio. En esta tierra remota, de paisaje casi irreal, aparece tras un recodo de la ruta una montaña de forma imposible. Es Kirkjufell, la montaña iglesia en islandés. Formada de tierra volcánica, asomaba picuda entre los glaciares durante la gélida Edad de Hielo, apuntando al cielo como una gran catedral rocosa. Su verticalidad magnética sugiere una suerte de antena que emerge del interior siempre inquieto de la isla de hielo y fuego. ¿Será casualidad que el gran Julio Verne situara la boca de entrada de su Viaje al Centro de la Tierra en la península de Snaefelness?

La palabra:

Stefán Hörður Grímsson (1919-2002) fue un poeta islandés nacido en Hafnarfjordur, al sur de Reikiavik. Pero antes de dedicarse de lleno a la escritura fue durante largo tiempo agricultor y pescador en las frías aguas del norte. Formó parte del grupo modernista de los denominados poetas atómicos islandeses. Este movimiento rompió con la tradición poética anterior, proporcionando un nuevo impulso a la literatura de Islandia. No fue un autor prolífico, pero ya su segundo poemario “Svartálfadansi” (1951), al que pertenece “Día de invierno”, le valió el reconocimiento como uno de los autores más destacados de la poesía nórdica. Al igual que en la isla, la naturaleza es la fuerza conductora de los versos de Grimsson. La naturaleza es el alma del hombre y fuente principal de belleza. Se celebra la hermosura agreste de Islandia, la luz del norte, el viento, el frío, el hielo o el sol de medianoche. “Impregnada de escarcha incolora /se congela la calma /sobre el pecho de los blancos desiertos. /Bajo las conchas huecas del silencio /suenan con tono grave /los latidos del corazón de hielo.”

(Si queréis conocer algo más sobre Aetheria, os dejamos el enlace directo con la página web: https://aetheriatravels.com/aetheria/ )


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