MINARETES DE EL CAIRO, Autoría: Aetheria

Imagen y Palabra: Minaretes de El Cairo

“Y en un tercer plano más remoto, como fantasmas, los (minaretes) de la Ciudadela y el de Rifai. Volvió el rostro hacia ellos con devoción y agrado, amor y fe, agradecimiento y esperanza, mientras su alma se elevaba por encima de sus cúspides, lo más cerca del cielo».

Naguib Mahfuz. Entre Dos Palacios: La Trilogía de El Cairo

La imagen:

Estamos en El Cairo. Allí, en un promontorio de las colinas de Mokattam se levanta la Ciudadela, uno de los emblemas de esta inmensa ciudad.  Corría el siglo XII y Salah Al-Din, ó Saladino, sultán de Egipto, hizo construir esta fortaleza para protegerse de los ataques furibundos de los cruzados europeos. Uno de sus míticos adversarios fue Ricardo Corazón de León, el rey inglés, contra el que luchó bravamente en Tierra Santa. Pero no nos desviemos, volvamos a El Cairo. Hoy la Ciudadela custodia varios museos y preciosas mezquitas como la de Muhammed Ali, más conocida como la Mezquita de Alabastro por el material que la recubre tanto por dentro como por fuera. Pero la Ciudadela también ofrece dos valiosos regalos sensoriales a aquéllos que ascienden hasta ella. El primero es el silencio. Erguida en su promontorio, la Ciudadela se escabulle del torbellino caótico de las calles cairotas. El segundo es una delicia visual: desde allí arriba, El Cairo parece surgir de la tierra seca cuyo color tiñe toda la ciudad. Los minaretes se elevan ligeros, como espirales de arena que tratan de alcanzar el cielo. Cuando un almuédano llama a la oración, el tiempo parece detenerse durante unos instantes. No es fácil apartar la mirada de esta hipnótica estampa ocre, pero toca continuar la ruta: a las afueras de la ciudad, nos esperan pacientes en la necrópolis de Giza las pirámides milenarias.

La palabra:

Naguib Mahfuz, (1911-2006), fue un escritor egipcio. En 1988, obtuvo el Premio Nobel de Literatura pasando a ser el primer escritor en lengua árabe premiado con el galardón. Mahfuz nació, creció y murió en El Cairo. Era en el Café Fishawy, en uno de los laterales del bazar Khan el Khalili, donde se sentaba a inspirarse y a fumar el narguile. En su “Trilogía de El Cairo”, Mahfuz escudriña a sus personajes y nos descubre sus sensibilidades, sus sueños y ambiciones, sus tristezas y sus satisfacciones, que son las del alma cairota. De la misma manera, Mahfuz demuestra conocer a la perfección la laberíntica ciudad, sus mezquitas, sus callejones y el mosaico de barrios de una ciudad colmada de historia a la que adora y respeta: “El callejón de Midaq fue una de las joyas de otros tiempos y brilló con rutilante estrella en la historia de El Cairo. ¿A qué Cairo me refiero? ¿Al de los fatimíes, al de los mamelucos o al de los sultanes otomanos? La respuesta sólo la saben Dios y los arqueólogos. A nosotros nos basta con constatar que el callejón es una preciosa reliquia del pasado.” 

نجيب محفوظ

(Si queréis conocer algo más sobre Aetheria os dejamos el enlace directo con la página web: https://aetheriatravels.com/aetheria/ , os gustará.)


Un comentario

  1. «El callejón de los milagros», a ras del suelo como sus personajes; los minaretes, la aspiración. Gracias por acercarnos El Cairo inalcanzable y caótico a vista de pájaro.

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