Estimadas lectoras y/o lectores:
Si ocurrió,
Tuvo que ser en aquel tiempo en el que la Filosofía desconfió de la Poesía y, ambas, llevadas de un recelo mutuo, separaron sus caminos como si fueran hermanas irreconciliables,
Y todo fue noche (“oscura del alma”), y hubo que buscarse en el brillo pálido de los misterios insondables, sin llegar a encontrarse, siempre perdidos,
Hasta que, tanteando claridades, pudimos adentrarnos en los bosques de María Zambrano, lugares metafóricos donde ambas, de la mano de ella, se han vuelto a unir apelando a un pasado común, la palabra, origen y revelación del conocimiento, que es tanto como decir del vacío y de la nada.
M. C. A., para Yukali Página Literaria
CLAROS DEL BOSQUE (Fragmento)
María Zambrano
Al modo de la semilla se esconde la palabra. Como una raíz cuando germina que, todo lo más, alza la tierra levemente, mas revelándola como corteza. La raíz escondida, y aun la semilla perdida, hacen sentir lo que las cubre como una corteza que ha de ser atravesada. Y hay así en estos campos una pulsación de vida, una onda que avisa y una cierta amenaza de que algo, o alguien, está al venir.
No podrá entender que algo así suceda con la palabra sino aquel que haya padecido en un modo indecible el haber sido dejado por ella, sin que sea necesario que una tal situación llegue a la total privación. Es la palabra interior, rara vez pronunciada, la que no nace con el destino de ser dicha y se queda así, lejos, remota, como si nunca fuese a volver.
¿Filosofía? ¿Prosa poética? Nada de María cayó en mis manos hasta ahora. Habrá que leerla (a ver si germina la palabra). Gracias por la propuesta.
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Te aseguro que no te va a decepcionar. Su filosofía que se ha etiquetado como razón poética no deja indiferente.
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Gracias, Alicia, por tu comentario.
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El viaje a la semilla nunca defrauda, tampoco, María Zambrano.
Gracias por el comentario.
M. C. A.
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