El pasado de piel tersa
que envuelve mis pies pequeños
en botas de lana,
grita mañanas
de hielo, de cola de caballo,
de carámbanos en los tejados;
luego se traga un recuerdo
y deja de soñar ancas de nube.
Por eso, hoy, apenas sol,
llueve una gota de tiempo
que aniquila la belleza
y se lleva nuestro último domingo
en el parque.
También la risa,
mi flequillo francés
y tus rodillas manchadas de hierba.
(Sobre el tejido del viento se posa una rama)
El pasado arrastra años,
repta el sonido del agua,
casi es fantasma,
nieve espesa,
casi respira su muerte.
Hoy, en cambio,
todos los espectros viven.
La melancolía
tiene tres pájaros en la cabeza.
Coge una fila de hormigas
y se sienta a envejecer.
Mañana aún no existe.
Pero dispondremos de un lugar
(negro poema rosa)
donde rescatar lo perdido.
Allí estarás tú,
y habrás de merodear
por la casa de los elefantes,
y Walt Whitman deberá residir
en los espejos redondos,
y yo tendré que besarte mucho
para que la luz de los lunes
no te llore más en las manos.
No dejes de pensarme
ahora que soy
el jazz mojado
de una hoja en el aire,
porque, en este momento,
el pasado baila
un lento compás
con la raíz de la nostalgia.
(Sobre la rama del viento se posa una flor)
Los viernes,
cuando canta el mirlo,
parece una suite con árbol.
Ana Sánchez Huéscar
(Anacrónica)
CANCIÓN: Schubert – «Ständchen» D957 (Serenade)
(Fotografía de cabecera, Autor: Masao Yamamoto)
Me encanta
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Muchas gracias, Silvia. Un abrazo
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Très bonne Mme Ana et la musique d’accompagnement parfaite
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Très bonne Mme Ana et la musique d’accompagnement parfaite
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Merci beaucoup, une salutation poétique musicale.
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Imagen, palabra, música. Trío perfecto.
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