SIMONETTA AGNELLO HORNBY, por Concha Vallejo

 

La novela La Mennulara cayó en mis manos por casualidad y tanto me sorprendió su manera  limpia y fluida de narrar, su prosa tranquila -era como si estuviera escuchando la historia en labios de un anciano/a- que decidí conocer la vida y obra de su autora, Simonetta Agnello Hornby, más a fondo.

Simonetta Agnello Hornby (Palermo 1945), jurista y escritora, es una mujer dividida tanto en su profesión como en su nacionalidad. Nace en el seno de una familia de la pequeña aristocrática rural -su padre era barón- de la Sicilia que ella tanto ama y que impregna todas sus novelas, aunque más tarde adquirió la nacionalidad inglesa. Si su vida profesional estaba en Londres, su vida imaginativa transcurría en Sicilia. A los dieciocho años,  por deseo de su madre que no concebía que sus hijas no hablasen inglés, se traslada a Cambridge para estudiarlo, y allí conoce a su futuro marido. Vuelve a Sicilia para terminar la carrera de derecho y tras finalizarla recibe una beca Fullbright para perfeccionar sus estudios en Estados Unidos. En 1972 se establece definitivamente en el Reino Unido para ejercer la abogacía y contrae matrimonio; tiene dos hijos.

Simonetta Agnello, que había llegado a ser una de las abogadas más prestigiosas del Reino Unido, especializada en derecho de familia y defensa de la infancia, presidenta del Tribunal especial de Menores, comienza a escribir en 2000 su primera novela, fruto del azar: durante una espera forzada en el aeropuerto de Roma, Simonetta no tiene nada que leer, está aburrida, se le ocurre una idea y se pone a escribir mentalmente una historia, que luego pasaría al papel. Así nace La Mennulara. Al principio de su trayectoria de escritora, que comienza con 55 años, Simonetta compagina sus dos actividades, pero pronto abandona paulatinamente la abogacía, aunque nunca del todo, y a partir de 2008, la literatura pasa a ser su primera actividad profesional.

La Mennulara (Feltrinelli 2002, Tusquets, 2012) se convierte de inmediato en un acontecimiento literario en Italia, con el reconocimiento unánime de lectores y crítica -recibe el premio Literario Forte Village, el prestigioso Stressa y el Alassio; y en España el premio Novela Europea Casino de Santiago- y pronto es traducida a diecinueve idiomas. En esta novela, ambientada en Sicilia, existen los mundos separados, a la vez que estrechamente unidos, el de los señores y el de los criados, que la autora sabe describir con minuciosidad y maestría. El libro comienza con los funerales de la mennulara, llamada así por haber sido en su niñez recogedora de almendras, que había servido durante toda su vida a una acaudalada familia siciliana y que con el tiempo llegó a ser la administradora de los bienes de sus señores. Es un personaje singular, magnífico, al que la autora nos va acercando poco a poco mediante una especie de rompecabezas, sin contarlo todo, a veces simplemente a través de insinuaciones que permiten que el lector componga parte de la historia. Es un retrato inigualable de Sicilia, de su alma, sus costumbres, sus mujeres, incluso de las pequeñas castas y sus conexiones mafiosas, en un ambiente rural opresivo y aparentemente inmóvil.

A esta obra de estructura clásica, interesante, intensa y emotiva la seguirán La Tía Marquesa y Boca sellada, que juntas componen la trilogía siciliana, aunque  cada una de ellas tenga identidad independiente y se puedan leer por separado. Esta trilogía constituye un tríptico de mujeres fuertes y valientes que abarca ciento cincuenta años.  

La Tía Marquesa (Feltrinelli, 2004; Tusquets, 2008) es una novela de mayor envergadura, y mucho más compleja. De nuevo ambientada en la Sicilia del siglo XIX -Simonetta afirma que esta es su obra más “siciliana”, porque es la historia de su familia- dibuja el retrato de una mujer excepcional, inconformista y contradictoria. El barón Domenico adora a su hija Constanza, a quien, por el contrario, su madre odia, por lo que el padre la aleja para evitarle el dolor de ser rechazada y la niña crece entre los criados. Con el paso del tiempo, Constanza va asumiendo poco a poco todos los poderes y los deberes de la familia, de modo que a la muerte de su padre será ella, y no sus hermanos, quien herede sus riquezas y su prestigio. Su nodriza será quien revele poco a poco la vida de Constanza, la tía marquesa, su enfrentamiento con la mafia, su traslado a la bulliciosa Palermo, su difícil matrimonio. Novela de intriga nos sumerge en la época apasionante del final del reinado borbónico, de la subida de los Saboya al poder, del ascenso de la mafia y de la decadencia de una clase de aristocracia.

Boca Sellada (Feltrinelli 2007; Tusquets 2008) completa la trilogía siciliana. La trama gira en torno a los secretos, mentiras y rencores que encierra una familia. Tito, abuelo de cinco criaturas y muy perfeccionista, ve como su equilibrio se tambalea con la llegada de Dante, el hijo de una antigua amiga de la tía Rachele, lo que le obligará a recolocar cada pieza, incluida la suya, en el lugar que antes ocupaba. Al igual que sucede en muchas de sus novelas, en esta la narración también se escinde en dos partes, una cuenta el presente, las peleas familiares por el control de la fábrica de pasta, y la otra se centra en el pasado, la verdad sobre los amores de la tía Rachele a principios de la segunda guerra mundial; para mí esta última parte es mucho más interesante que la anterior por la belleza de una prosa muy cuidada que describe los sentimientos amorosos que van invadiendo a la protagonista, la felicidad que no puede dejar traslucir y, más tarde, el dolor, la tristeza y el ostracismo.

Simonetta Agnello publica posteriormente otras cuatro novelas ambientadas en Sicilia:

Con La monja y el Capitán (Feltrinelli, 2010; Tusquets, 2012), ganadora de los premios Sebastiano Addamo y Pen, Simonetta Agnello insiste en la narración de la decadencia de la aristocracia siciliana en el S.XIX a través de personajes femeninos rebeldes y luchadores. Es el caso de Ágata, hija de un mariscal arruinado, que se ve obligada a tomar los hábitos y que, ya sea en el ámbito de la fe religiosa o del amor, se rebelará contra la autoridad y las convenciones. Hay que destacar el gran trabajo previo de documentación para retratar a fondo el universo monacal.

Entre la Bruma (Feltrinelli, 2009; Tusquets, 2010) La familia Carpintiere se reúne en torno a la cama de la tía Anna, aquejada de demencia senil. Sus familiares aprovechan la ocasión para excavar en los secretos del pasado. ¿Existen realmente las piedras preciosas sobre las que la anciana desvaría?

El veneno de las adelfas (Feltrinelli 2013;Tusquets, 2014). Anna, viuda de diplomático y de familia venida a menos se instala en Pedrara, Sicilia, donde se reúne con su familia. Allí tienen ocasión de rememorar tiempos pasados y aclarar situaciones. La prosa es la propia de Simoneta Agnello, profunda y delicada, y el lenguaje cuidado y dinámico, pero en ocasiones lo he encontrado demasiado rebuscado, lo que dificulta la comprensión de la novela ya de por sí muy compleja.

En Café amargo (Feltrinelli, 2016; Tusquets, 2017), que según la autora fue su parto más largo y laborioso, aborda la historia del sur de Italia desde la unificación hasta su desarrollo industrial, a través del relato de la saga de dos familias sicilianas, los Marra y los Sala. Los personajes, muy bien perfilados, que componen ambas familias pivotan alrededor de María Salas, mujer fuerte, inteligente y de gran humanidad, que se casa con solo 15 años con Pietro Sala, enamoradizo, rico, jugador y mucho mayor que ella, ­-lo mismo que le pasó a una tía de Simonetta- con el que conoce el amor, sobre todo el carnal, quien la instruye y la convierte en una mujer de mundo.  Con el paso del tiempo, María reconoce los límites de este amor y que a quien realmente quiere es a Giosué, amigo y confidente desde la infancia. En una Sicilia afligida por la miseria, por la mafia y por una clase dominante corrupta, en donde nacer mujer significa tener un único objetivo en la vida: encontrar un marido, cuidarlo, darle hijos y obedecerlo, pocos se atreven a caminar en dirección contraria; María lo hará, quizás influida por el ejemplo de su padre abogado socialista. Simonetta,  también una mujer valiente, en esta novela se enfrenta sin miedo a realidades poco gratas y poco conocidas como son las terribles condiciones de vida de los mineros en Sicilia a principios del Siglo XX o ciertas actividades poco honrosas de los italianos en Libia.

Simonetta Agnello Hornby también ha publicado dos libros de algo parecido a memorias:

Via XX Settembre (Feltrinelli 2013), nombre de la calle principal de Palermo a donde la familia Agnello se trasladó a vivir, libro que no recibió buenas críticas.

Mi Londres (Giunti, 2014; Gatopardo, 2015) relata en forma de diario personal el apego que la autora siente por Londres y acompaña al lector a recorrer sus calles, a entrar en museos poco conocidos, a pasear por sus parques, a visitar con detenimiento ciertos barrios como Brixton, en donde ella ejerció de abogada. También describe cómo son los ingleses y nos ofrece una visión personal de la vida de los londinenses. Incluye un homenaje a Samuel Johnson, eminente intelectual inglés, que habiendo llegado a Londres en 1757 afirmaba que: “Cuando un hombre está cansado de Londres, también está cansado de vivir, porque Londres ofrece todo aquello que la vida puede dar.” En palabras de Simonetta es un libro “para los italianos que van a Londres, o para los que vuelven sin haberlo entendido.”

Sus libros relacionados con la cocina, que incluyen un importante componente narrativo, obtienen un gran éxito. La Agnello considera, al igual que Claude Levi-Strauss, que a través de la cocina nos convertimos en humanos:

Unas gotas de aceite, (Sellerio, 2011; Tusquets, 2017). La autora mezcla sus recuerdos con veintiocho recetas de familia facilitadas por su hermana Chiara.

La Cucina del buon gusto, (Feltrinelli 2012), junto con María Rosario Lazzati.

La Pecora de Pasqua (Slow Food 2012) con Chiara Agnello.

Il Pranzo di Mosé (Giunti 2014), un retrato extraordinario de un lugar, Mosé, la finca familiar, cerca de Agrigento donde los Agnello pasan los veranos; y de una tierra, Sicilia.

De su actividad como abogada de familia y su trabajo con menores nacieron  tres novelas:

Entre la Bruma (Feltrinelli, 2009; Tusquets, 2010), su cuarta novela, premios Fregene, Ninfa Galatea y Rapallo Carige. En esta novela, escrita primero en inglés y luego no simplemente traducida sino reescrita por su autora en italiano, cambiando el ritmo, el léxico, el tono, Simonetta abandona su característico ambiente siciliano y la sitúa en el elegante barrio londinense de Kensington. Un matrimonio, marido y mujer altos ejecutivos, se considera una familia feliz y normal, pero algo comienza a ir mal cuando una de las niñas se comporta de una manera extraña en la escuela. El padre es acusado de abuso respecto a su hija. Esta obra trasluce el amplio conocimiento de la autora como abogada de menores y muestra el sistema legal inglés y sus interrelaciones con la sociedad. No consigue atrapar al lector como lo hacen sus obras sicilianas.

Camera oscura (Skira, 2010) un encargo del editor sobre el escritor Lewis Carroll, su afición por la fotografía y su relación con las niñas.

Il male que si deve racontare (Feltrinelli, 2013) con Marina Calloni, habla sobre la violencia doméstica.

También ha publicado recientemente un libro de viajes Nessuno puó volare (Feltrinelli, 2017), aún no traducido al español, en el que busca descubrir bellezas artísticas, desde Sicilia a Londres, accesibles a personas que viajan en silla de ruedas. Su compañero de viaje es su hijo George aquejado de esclerosis múltiple.

Ha participado igualmente en la obra colectiva Un anno in giallo, (Selerio 2017) que contiene 12 narraciones originales de 12 autores diferentes, cada una de ellas ambientada en un mes del año.

Como antes indiqué, La Mennulara supuso para mí una agradable sorpresa. Además de su gran habilidad y fluidez narrativa, me sedujo su concisión, el que no se perdiese en párrafos enrevesados ni en descripciones complejas, sino que fuese directa, sabiendo lo que era necesario contar y lo que no; también su capacidad de sugerir, que aplica con delicadeza hasta en las situaciones más escabrosas; sus personajes, sobre todo de mujeres fuertes y valientes; el conseguido retrato de una Sicilia que ocupa un lugar preeminente en la mayoría de sus novelas.  Cuando la terminé, enseguida me puse a leer La Tía Marquesa, en mi opinión la mejor de la trilogía siciliana, que superó mis expectativas. Y seguí leyendo. En cuanto a Boca sellada y A la Monja y el Capitán experimento sentimientos encontrados. Hay partes que me llevan de nuevo a la frescura, sinceridad y fluidez de la narrativa de las dos primeras obras de Simonetta Agnello, pero en otras la escritura me parece poco natural, demasiado rebuscada. Valgan como ejemplo las magníficas descripciones de plantas, paisajes…etc., muy bien construidas y documentadas, pero en mi opinión a veces innecesarias. Asimismo, considero que en estas dos novelas algunos personajes no están cerrados, no se sabe por qué actúan de una manera y no de otra.

Su última obra Café Amargo ha cosechado de nuevo un gran éxito. La trama aparentemente “melodramática” no debe ocultar otros aspectos que hacen de ella una gran novela: la exactitud de la reconstrucción histórica, la acertada ambientación familiar y social, la credibilidad de los personajes, la enorme labor de documentación.

Así que mi recomendación para conocer a Simonetta Agnello Hornby sería la siguiente: reservando un espacio singular a los amantes de la cocina que disfrutarán con sus obras culinarias, creo que hay dos novelas que despuntan por encima de las demás, y por este orden, La Tía Marquesa y La Mennulara, seguidas por Café Amargo. Las tres son de corte clásico, de prosa muy cuidada, con una gran riqueza de vocabulario; atrapan al lector desde la primera página con una estructura muy bien construida, una trama que mantiene el interés durante todo el relato, bellas descripciones, con personajes potentes, sobre todo los femeninos, y una visión precisa de lo que era Sicilia en la segunda mitad del S. XIX y en el S. XX. Las tres son novelas perfectas para ser leídas durante las vacaciones.

 

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